EL ACCESO A LA ENERGÍA COMO UN VEHÍCULO DE DESARROLLO RURAL
A pesar de contar con grandes centros de desarrollo urbano Colombia aún continúa siendo un país rural, cerca del 30% de la población habita en el campo
y su desarrollo económico se basa en actividades primarias como la agricultura. Es ésta ruralidad la que debe plantearnos los desafíos futuros en temas sociales, económicos y políticos que permitan reducir la brecha entre el campo y la ciudad.
Informe Nacional de Desarrollo Humano* elaborado en 2011 por el PNUD* evalúa “el progreso a largo plazo de las comunidades en las tres dimensiones básicas: una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y un nivel de vida digno” los resultados del PNUD muestran que departamentos como Antioquia, Santander y Valle del Cauca tienen un IDH por encima de 0,849 (donde el valor máximo es 1) sin embargo departamentos como La Guajira, Chocó, y Caquetá no superan los 0,752. Lo que permite identificar que son las regiones rurales las que sufren de un mayor atraso y en donde las oportunidades de desarrollo de sus habitantes son cada vez menores.
Uno de los principales factores que afectan la calidad de vida, el acceso al conocimiento y la salud pública es el suministro de energía eléctrica, sin electricidad no es posible refrigerar medicamentos y alimentos, acceder a la televisión o la internet o realizar procesos productivos, dicho esto, si contrastamos los IDH más bajos de Colombia con el cubrimiento en acceso a la energía eléctrica, podemos identificar que son las Zonas No Interconectadas al Sistema de Transmisión Nacional las cuales presentan menores oportunidades de desarrollo para sus habitantes
El marco jurídico para la promoción de la electrificación rural en Colombia es bastante amplio, existen más de 15 leyes y decretos de orden Nacional relacionados con la electrificación en las zonas rurales, desde la creación del IPSE (Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas No Interconectadas) en 1999, la creación del Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de las Zonas No Interconectadas – FAZNI en el 2000, la reglamentación del Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de las zonas Rurales Interconectadas – FAER en el 2003 hasta la firma del Acuerdo de Paz con la guerrilla de las FARC-EP que incluye en su bloque constitucional el Decreto 884 de 2017 el cual abre la puerta al desarrollo de un ambicioso Plan Nacional de Electrificación Rural hace parte de las iniciativas en este tema, sin embargo no se han obtenido los resultados esperados y aún cerca de 2.5 millones de colombianos no cuentan con acceso a la energía
ctualmente la mayoría de las soluciones de generación para estas zonas está basada en el uso de combustibles fósiles (diésel) incrementando la huella de carbono y las emisiones de GEI, sumado a esto entre el 2012 y el 2016 se han invertido en las Zonas No Interconectadas más de 1.1 billones de pesos la mayoría de los cuales ha sido destinados únicamente al pago de combustible.
Es frente a este escenario que el uso de las fuentes de energía renovables como la solar fotovoltaica y la biomasa, cuya disponibilidad es propia en las zonas rurales, debe convertirse en el principal eje de desarrollo del campo colombiano y las empresas públicas y privadas y el Estado deben propender por el desarrollo de soluciones tecnológicas integrales que garanticen el acceso a la energía con niveles de calidad y confiabilidad en el suministro suficientes para promover el desarrollo y conformación de ciclos productivos estas zonas.
Soluciones como las mini-redes de generación hibridas, que integran generación solar fotovoltaica con fuentes convencionales como los grupos electrógenos, como la desarrollada por Saufer Soluciones en el municipio de Paratebueno, Cundinamarca, las soluciones fotovoltaicas de baja potencia de uso residencial, las Mini PCH y los biodigestores, son alternativas sostenibles, eficientes y económicas para electrificar las zonas rurales, disminuir la huella de carbono y reducir los costos operacionales de los prestadores del servicio de energía en estas zonas.
Sin embargo es necesario que los entes reguladores integren de una manera efectiva mecanismos que promuevan el uso de las Fuentes No Convencionales de Energía Renovables en los Planes de Electrificación Rural, que los recursos destinados para tal fin sean controlados y auditados y que exista una apropiación social de estas soluciones para que puedan finalmente convertir la energía eléctrica en el vehículo de desarrollo del campo colombiano.
Referencias
- Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo http://www.co.undp.org/content/colombia/es/home/library/human_development/informe-nacional-de-desarrollo-humano-2011.html
- Decreto 884 de 2017 http://es.presidencia.gov.co/normativa/normativa/DECRETO%20884%20DEL%2026%20DE%20MAYO%20DE%202017.pdf
- Zonas No Interconectadas http://www.upme.gov.co/zni/
- https://www.larepublica.co/economia/subsidios-de-energia-en-zonas-no-interconectadas-bajo-la-lupa-del-gobierno-2557147
Artículo publicado por la Revista Mundo Electrico, Revista especializada en electrotécnica vol 32 Nº 114 Abril-Junio 2018